No es difícil afirmar que la violencia hacia los pueblos originarios de
América Latina ha sido una constante desde el siglo XVI. En México se habla
siempre de lo que sucede al sur del Río Bravo. Con esta idea a cuestas
aceptamos una América partida en dos y hecha de mitades que no son mitades. El
proyecto aborda el problema de los desplazamientos forzados ubicándolo en un
contexto económico, político, social e histórico, localizado en un espacio
geográfico definido como el neoTrópico.
Un neoTrópico que al mismo tiempo es
un SUR que comienza al norte de México y marca el inicio de América Latina. Un
SUR estigmatizado por una herida de casi 3200 km que proyecta una sombra en
forma de muro, una cuchilla que se levanta en el Golfo de México y penetra
indolente en las aguas del Pacífico. Un SUR que en sus varias fronteras
interiores reproduce y multiplica la discriminación, la trata y el tráfico de
Seres Humanos.