Un evento que reúne año con año a investigadores y creadores que dialogan en torno a la Fotografía y que, ante un un nutrido público, tienen la posibilidad de compartir los avances de sus respectivos trabajos.
Hace 35 años, Pachuca también fue sede del Primer Coloquio Nacional de Fotografía y coincidentemente, muchos de los que asistimos en aquél entonces, compartimos durante estos días la alegría del reencuentro.
Hace 37 años, junto con mis queridos colegas, Lourdes Almeida y Javier Hinojosa, inauguramos la primera y última exposición del colectivo El Taller de la Luz. Comparto aquí una foto del día de la inauguración en el Museo de Arte Carrillo Gil de la Ciudad de México en 1982 y otra, tomada por Laura González el día de ayer en Pachuca, a 180 años de la Fotografía.
Seguramente, relacionaremos el proyecto con el cúmulo que de imágenes que lo alimentan y que provienen de ese Gran Archivo que es la red, tocaremos temas que orbitan en torno al concepto de apropiación y autoría, y por qué no, mencionaremos algo acerca del concepto postfotografía, acuñado por Joan Fontcuberta.
La
instalación ORIGEN Y DESTINO fue concebida para desplegarse en el
primer piso del Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) en la Ciudad de México. La
muestra se estructura a partir de diecinueve microrrelatos que forman parte de
la obra en proceso titulada neoTrópico.
Todas estas historias hablan de huidas y desplazamientos forzados, donde el
sufrimiento o la muerte se convierten en noticia cotidiana y donde los desarraigos
masivos, al tiempo que exhiben la normalización del mercado de seres humanos,
cuestionan y trastocan la noción de frontera.
Con la
intensión de aligerar el vía crucis
durante esta diáspora, y a manera de antídoto contra el dolor y la violencia, las
familias desplazadas se aferran a imaginarios que prefiguran el arribo a una Tierra prometida. Es cierto que esta
esperanza es la que hace posible que mucha gente pueda resistir semanas, meses
y en algunos casos años, antes de claudicar y aceptar que el deseo de alcanzar El sueño americano puede transformarse
en una verdadera pesadilla, y que en realidad la palabra destino poco tiene que
ver con un idealizado espacio fundacional.
La
frase ORIGEN
Y DESTINO es portadora de una intrínseca tensión entre las dos
palabras que la conforman, misma que se potencia por la ambigüedad de los
posibles significados de uno de sus vocablos: destino bien puede entenderse
como punto de llegada o como fatídico desenlace. Es a partir de esta idea y de
la relación que dicha frase establece con un conjunto de microrrelatos que se
desplieguen en el espacio expositivo, que propongo a los espectadores la
construcción de distintas narrativas vinculadas al desplazamiento forzado.
En un
intercambio de miradas, ORIGEN Y DESTINO presenta ambos
lados de la frontera, muestra dos caras de una misma moneda, contrapuntea
nuestra lengua con otra voz, literalmente la del idioma inglés; pone en
evidencia la construcción de imaginarios o de estados ideales que existen más
allá de los países, al tiempo que trata los desplazamientos masivos que se
suceden de abajo hacia arriba, a lo largo y ancho del Continente Americano; plantea
una conexión Norte-Sur, que contribuye a que el espectador se ubique por encima
de la tan expuesta relación unívoca Sur-Norte.
En
este contexto, dieciséis microrrelatos, presentados en su mayoría como libros, permiten
entrever la violencia ejercida sobre América Latina, mientras que tres video
proyecciones nos transportan al otro lado, a los Estados Unidos, allí donde finalmente
se desenmascara el verdadero destino de miles de personas.
En el marco de la exposición colectiva Status Quo y como parte del proyecto neoTrópico, presentaré el 2 febrero en Atzompa, Oaxaca, dos nuevos microrrelatos (XXVIII y XXIX).
Ambos libros refieren a la
caravana de 7000 migrantes centroamericanos que ingresaron a México desde
Guatemala a finales de octubre del 2018, con la intención de llegar a los Estados
Unidos.